Y yo que creía
que a cierta edad
ya no se piensa
ya no se extraña
ya no se siente.
Gracias por enseñarme
a tus noventa y cuatro
con el beso del adiós
sobre el amor
sobre la vida
sobre la muerte.
La promesa
Te prometí
hace años
sin siquiera conocerte
los mejores versos.
Los guardé
celosamente
noche a noche
sabiendo que algún día
traerías a mí
tu verdad de ojos achinados
tu joven y blanca sonrisa
y yo
con todo por ganar
sabiéndome perdido
recogería
las flores desparramadas de tus sueños
para poder conquistarte.
Como un búho
aguardo
detrás del verano
con preguntas que
sólo tu
puedes contestar.
hace años
sin siquiera conocerte
los mejores versos.
Los guardé
celosamente
noche a noche
sabiendo que algún día
traerías a mí
tu verdad de ojos achinados
tu joven y blanca sonrisa
y yo
con todo por ganar
sabiéndome perdido
recogería
las flores desparramadas de tus sueños
para poder conquistarte.
Como un búho
aguardo
detrás del verano
con preguntas que
sólo tu
puedes contestar.
Conversación con Carmen
Martes 20 de Julio, en el living. Palma de Mallorca.
Hoy, mientras tanto, es el día del amigo - le explico a Carmen que me mira extrañada.
Qué día es ese? Uds los argentinos festejan cualquier cosa con tal de no currar, eh - me contesta entre risas, pitando una vez más su tabaco.
Hoy – le explico entusiasmado - en mi país se juntan todos, los más chicos van a la tarde a la plaza con una pelota, los más grandes, esas amistades de 50 años, se juntan por la noche y salen a comer afuera y tenés que reservar antes, eh porque las calles son un mar de gente y todo está lleno como un año nuevo. Y nosotros, quiero decir, mis amigos – la miro fijo a los ojos para que logre comprenderme – ya estaríamos juntados con los pibes, cortando un salamín y abriendo una birrita, entendés?
Pero, a ver…vale…eso es como todos los sábados, no? – pregunta la galleguita, intentando entender.
No, no, no necesariamente, es un día especial…no sé cuál es el rollo…si fue por la llegada a la luna o porque un cristiano empezó a escribirle cartas a todo el mundo pero lo que hace en nosotros es recordarnos…eso! nos recuerda.
Os recuerda qué? – indaga Carmen dejando caer en el cenicero lo último que quedaba del cigarro.
Nos recuerda que tenemos amigos, que están acá y que son nuestros amigos. El 20 de julio te acordás de todo, de que te fuiste por primera vez solo de vacaciones a la costa con ellos y de alguna historia estupidísima pero muy cómica y de los años que hace que se conocen o te acordás de lo poquito que hace que lo conocés y lo mucho que lo querés. También, ponele, te acordás del viaje a Bariloche, de un millón de leches, convertidas en mate con el paso del tiempo, que después fueron cervezas convertidas en vino con el paso del tiempo, de hasta alguna pelea y quizás siempre te acordás de una noche perdida, sin fecha, sin año, ni estación, donde un amigo te dijo algo que él, seguuuro, que no se acuerda porque, claro, los amigos están para complementarse, mejor dicho, para completarse.
Cómo? - me interroga carmencita y pasa de sentarse a acostarse en el sillón.
Claro - contesto acostado en el sillón de enfrente - los amigos completan tu persona, llenan esos vacíos que vos tenés. Por ejemplo, algunos llenan lo que te falta de humor, otros de buen comportamiento, otros de poesía, otros de reflexión. Como verás, no hay uno más importante que otro, son todos distintos y todos te dan algo que necesitás.
La cara extrañada de Carmen me descoloca. Algo más que una mesa en el medio nos separa. Tienen otra idea de los amigos aquí.
Ayy Carmen, cerrá los ojitos, sí? Imaginate tu vida como un piso de cerámica bieeen grande, con los cerámicos muyyy brillosos y limpios, te lo imaginás??
se – me responde con buena y mala gana.
Bueno - me explayo mirando al techo- tu vida es eso y sobre él, un rompecabezas casi tan grande como ese piso. Entonces ahora, nena, que están todas las fichas desordenadas y son tantas que hasta forman una montaña, elegís una, la que quieras y esa sos vos y podés empezar y ponerla donde más te guste, en el centro, en una punta, en la otra. La imagen final es el cuadro de tu vida, el dibujo más hermoso de todos, el dibujo de tu vida, Carmencita! y claro, allí aparecen tus amigos, está aquel…el de la primaria que no sabés cómo la pasás tan bien cuando lo ves y tampoco sabés cómo no se ven más seguido, bueno, ese es la ficha que forma la copa del árbol que está a un costado, lo ves? y también está aquel que aparece de imprevisto cuando tenías formado el cielo bien oscuro de la noche pero que le faltaba una ficha por allá arriba a la derecha y buscando entre tantas, te pareció que esa quedaría bien y…sí, era la luna que te faltaba, trajo la luz a tu dibujo! Bueno, eso es un amigo, un pequeño cuadradito de cartón con cuatro puntitas redondas...
Carmen entrecerraba los ojos, como sospechando de mí.
Vos ya fumaste hoy? – consulta riéndose sin querer reírse.
Esos cuadraditos, Carmen, me están faltando ahora, comprendés? – sigo hablando, aunque Carmen me escuche o no- porque cuando se abre la ventana y sopla el viento fuerte, se te puede volar todo el puzzle y sólo quedarían las fichas bien enganchadas, las que encajaron de verdad y no sé, yo nunca tuve tanta fuerza Carmen, mirá si…
Si tu te vuelas…? de fumar, tío!! – y se ríe y yo rio para olvidar mi pequeña angustia.
Pero Nacho,- continua - a tus fichas no hay viento, huracán, ni tornado que las pueda volar porque ahora mismo veo cómo la estás sujetando. Lo que tu hicisteis es agrandar el rompecabezas! sumar otra caja de fichas tan grande como la que teníais y pues…joder…ahora tienes que seguir encajándolas y continuar dibujando!
Carmencita me tranquilizó bastante, armó otro cigarro y se fue.
Me fui de La Plata sabiendo que ninguna persona es imprescindible en la vida de nadie.
Puedo vivir sin vos…ya sé...pero no quiero!
Qué loco que en el día del amigo, a mí me de por llamarte hermano...
Feliz día!
London
No sabes cómo quisiera
tenerte aquí
entre mis brazos
en la gran ciudad.
Caminar por ese enorme puente
que también fue nuestro amor,
perdernos en los parques
en los besos
en cualquier antiguo pub
que encontremos por ahí.
Porque vos y yo también somos antiguos
como el palacio real
como este sueño de volverte a ver
vestida de otoño
con tu sonrisa cansada
mimándome con la mirada.
Te necesito aquí,
a mi lado.
Me paraliza la gran London
ciertas cosas, de verdad, me asustan
las noches en estas callejuelas
que son iguales a las callejuelas
de las historias de terror de Poe.
Ya no las quiero más
quiero una de amor
tuya y mía
eguein.
No sé si realmente estoy
escribiéndote a ti
o al fantasma que eres
y que anda merodeando
esta noche
ahora mismo
haciendo ese tenebroso chillido
a las 2 de la mañana.
Quien quiera que seas,
mailov,
no trates de asustarme
sólo quédate aquí,
conmigo.
tenerte aquí
entre mis brazos
en la gran ciudad.
Caminar por ese enorme puente
que también fue nuestro amor,
perdernos en los parques
en los besos
en cualquier antiguo pub
que encontremos por ahí.
Porque vos y yo también somos antiguos
como el palacio real
como este sueño de volverte a ver
vestida de otoño
con tu sonrisa cansada
mimándome con la mirada.
Te necesito aquí,
a mi lado.
Me paraliza la gran London
ciertas cosas, de verdad, me asustan
las noches en estas callejuelas
que son iguales a las callejuelas
de las historias de terror de Poe.
Ya no las quiero más
quiero una de amor
tuya y mía
eguein.
No sé si realmente estoy
escribiéndote a ti
o al fantasma que eres
y que anda merodeando
esta noche
ahora mismo
haciendo ese tenebroso chillido
a las 2 de la mañana.
Quien quiera que seas,
mailov,
no trates de asustarme
sólo quédate aquí,
conmigo.
Y es que cuando te preguntaba
Y es que cuando
te preguntaba
por la facultad
o tu trabajo
en verdad te decía
te quiero.
te preguntaba
por la facultad
o tu trabajo
en verdad te decía
te quiero.
El abrazo
¿Podría yo
poner en palabras
ese momento tan mágico
ese abrazo que ahora a la distancia
siento tan cómodo
tan reconfortante
tan soñado?
Tu espalda apoyada contra el árbol
mi espalda apoyada contra ti
y el último rayito de sol
bajando por el parque
para abrigarnos.
Tu mentón apoyado sobre mi hombro izquierdo
mi mejilla rozando la tuya
así reíamos
orgullosos
de no temerle a nada
de ser dos piecitas de puzzle
que encajaron
perfectamente.
poner en palabras
ese momento tan mágico
ese abrazo que ahora a la distancia
siento tan cómodo
tan reconfortante
tan soñado?
Tu espalda apoyada contra el árbol
mi espalda apoyada contra ti
y el último rayito de sol
bajando por el parque
para abrigarnos.
Tu mentón apoyado sobre mi hombro izquierdo
mi mejilla rozando la tuya
así reíamos
orgullosos
de no temerle a nada
de ser dos piecitas de puzzle
que encajaron
perfectamente.
Sin final
La promesa que nos hicimos
el recuerdo que de ti guardo
el café con leche que preparabas
nuestra historia de amor.
Inconclusas
como todas las películas
que intentamos
ver juntos.
el recuerdo que de ti guardo
el café con leche que preparabas
nuestra historia de amor.
Inconclusas
como todas las películas
que intentamos
ver juntos.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)