¿Podría yo
poner en palabras
ese momento tan mágico
ese abrazo que ahora a la distancia
siento tan cómodo
tan reconfortante
tan soñado?
Tu espalda apoyada contra el árbol
mi espalda apoyada contra ti
y el último rayito de sol
bajando por el parque
para abrigarnos.
Tu mentón apoyado sobre mi hombro izquierdo
mi mejilla rozando la tuya
así reíamos
orgullosos
de no temerle a nada
de ser dos piecitas de puzzle
que encajaron
perfectamente.