Perderme en tí,
desierto moro,
fue mi salvación.
Beberme de un sorbo
tu oasis
subir cuesta arriba
tus dunas
hasta encontrar
a la princesa,
camino dorado,
mi mandala.
Así,
a tu lado
fui liberando
uno a uno
soltaste mi mano
y me guiaste
hacia tus ojos de Alhambra
supe que la vida
es esto,
es este ahora
en un pasado
que no fue
el futuro que pensamos.
Tan aladina de mí
con tus 40 besos
robaste mi ser
y dos noches bastaron
sobre tu alfombra voladora
para dejarme
olvidadas por siempre
las llaves
en tu hermoso Albaycín.
Mil y una noches
te soñaré,
mil y una noches
le rezaré
al Dios de dioses
y le agradeceré si me encontrara
perdido nuevamente
en tu desierto, Azahara.
desierto moro,
fue mi salvación.
Beberme de un sorbo
tu oasis
subir cuesta arriba
tus dunas
hasta encontrar
a la princesa,
camino dorado,
mi mandala.
Así,
a tu lado
fui liberando
uno a uno
mis esclavos
y cuando soltaste mi mano
y me guiaste
hacia tus ojos de Alhambra
supe que la vida
es esto,
es este ahora
en un pasado
que no fue
el futuro que pensamos.
Tan aladina de mí
con tus 40 besos
robaste mi ser
y dos noches bastaron
sobre tu alfombra voladora
para dejarme
olvidadas por siempre
las llaves
en tu hermoso Albaycín.
Mil y una noches
te soñaré,
mil y una noches
le rezaré
al Dios de dioses
y le agradeceré si me encontrara
perdido nuevamente
en tu desierto, Azahara.
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