Quién
te puso allí
jugando
con tu Guero
a
la 1 de la madrugada
de
Milán
con
tus sucias ropas
tus
despeinados cabellos
y
tu contagiosa sonrisa.
Quién
te puso allí?
Milán
nocturna
y anaranjada
y
tu
en
los pies de la stazione
me
señalaste
me elegiste
a mí
como
tu semillita de árbol
que
hay que regar
y
hablarle
y
cuidarla.
Virgen
de los perdidos
esa
eres tu
Santa
Patrona
de
los errantes
de
los desesperados
de
los viajeros eternos.
El
angel que cuidó mi pelo
se
llamaba Francesca
mis
plegarias hoy
son
todas hacia ti.
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