Francesca

Qué ganas de llamarte
                   Francesca,
y contarte cómo va todo
                     por acá.

Y también escuchar
               tu voz
tan latina
       y amistosa.

Cómo te quise
         una noche, amor
cómo te quise.

Ahora
bajo este manto estrellado
necesito de tu madrugada
de tu Guero
de tu nariz grande
            y llamativa.

Extraño tus ganas
         de extraños
tu hospitalidad
      y sexo rápido
esa forma de encender la noche
como a un cigarrillo
la manera extraña que tenés
de amar al portugués.

Qué ganas de llamarte,
                     Francesca
oír del otro lado del teléfono
tu sonrisa
        y figurarla cerca mío
jugarnos y hablarte
            de vez en cuando
de lo sucio de la cabina
     de lo pesado y grande
y azul
del tubo del teléfono
          y de lo mal que huele todo.

Imagino las voces cansadas
nocturnas
buscando reparo
             la una
en la otra
con italianas palabras de amor.

Qué ganas de llamarte,
              Francesca
y lo habría hecho
de no haber perdido
tu móvil.

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